Me afundo con el mayor placer en mi almohada. No hay nada mejor que nuestra cama. Miro el barquito en la botella tan plácido, es muy reconfortante estar entre los objetos que tienen un valor, este me lo regaló una chica, no era una chica cualquiera, era mi novia. Al lado está el libro gordo de la China, y ahora mi propio Quipo. Si yo voy a hacer uno para mi, el hilo blanco marcará la limpieza de mi cabina y mis ropas, todas cosas que hago en mi dia libre; el hilo marrón va a marcar todas mis horas de trabajo; el hilo rosa los paseos y las fiestas, sí lo cuelgo atrás de la puerta y vamos a ver mi dibujo después; lo que podre leer en él. Tanto queria conocer el Mundo, voilà! El último dia estubimos en La Paz que es una de las capitales de Bolivia y se encuentra en un valle cercada de montañas muy altas, es verano y hace frio. Se llega por cima en la ciudad, y da para ver toda la ciudad desde arriba, el centro es abajo, y es muy contrastante; mucho más que el puerto, la ciudad se divide entre blanco y originários, éstos hablan su propio idioma que es el quechua predominante y también el aymará ( no sabria decir en que proporción), pero son trilingues para inicio de conversación. Tomamos el mate de coca, como manda la tradición, y reparamos timidamente que ellos ofrecian una parte de la bebida a la Pachamama. Me cuenta nuestro guia, que la Coca es una planta sagrada, que los dioses se la regalaron a ellos ( a los descendientes de los Incas), como planta de poder; pues con esta planta, el Mundo entero se les submeteria. Decididamente todo esto me ha transformado; salimos de nuestros Mundos pensando que sabemos todo al respecto del mundo que vamos a conocer, pero medida que avanzamos sobre él, nos damos cuenta que no lo conociamos.
En estas montañas sagradas con estas personas simples que mantienen sus costumbres nuestro pensamiento colapsa, nos creiamos más inteligentes desenvolvidos, y es exactamente, lo contrario.
O navio na garrafa. 3/6 Magia La Paz.
Me afundo com o maior prazer no meu travesseiro. No ha nada melhor que a cama da gente. Miro o barquinho na garrafa tão plácido, é muito reconfortante estar entre os objetos que tem um valor, este foi um presente de uma garota, não era uma garota qualquer, era minha noiva. Ao lado está o livro gordo da China, e agora meu próprio Quipo. Sim eu vou fazer um para mim, o fio branco marcará a limpeza de minha cabine e das minhas roupas, todas coisas que faço no meu dia livre; o fio marrom vá marcar todas minhas horas de trabalho; fio rosa os passeios e as festas, sim o penduro atrás da porta e vamos ver meu desenho depois; o que poderei ler nele. Tanto queria conhecer o Mundo, voilà! O último dia estivemos em La Paz que é uma das capitais da Bolívia e se encontra num vale cercada de montanhas muito altas, é verão e faz frio. Se chega por cima na cidade, e da para ver toda ela desde cima, o centro é embaixo, é muito contrastante; muito mais do que o porto, a cidade se divide entre brancos e originários que falam sua própria língua que é o quíchua predominante e também o aimará ( não saberia dizer em que proporção), mas são trilíngues para inicio de conversa. Bebemos o mate de coca, como manda a tradição, e reparamos timidamente que eles ofereciam uma parte à Pachamama. Me conta nosso guia, que a Coca é una planta sagrada, que os deuses a regalaram a eles ( aos descendentes dos Incas), como planta de poder; pois com esta planta, o Mundo inteiro se lhes submeteria. Decididamente tudo isto me ha transformado; saímos de nossos Mundos pensando que sabemos tudo ao respeito do mundo que vamos à conhecer, embora à medida que avançamos sobre ele, nos damos conta que não o conhecíamos.Nestas montanhas sagradas com estas pessoas simples que mantém seus costumes nosso pensamento colapsa, nos creiamos mais inteligentes, desenvolvidos, e é exatamente, o contrário.
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